El área de producción en las industrias alimentarias, servicios de alimentos y otras empresas de alimentos se considera la etapa más grande y principal de los procesos de producción. Esta fase es esencial para la preparación y el procesamiento de productos, requiriendo especial atención para garantizar varios requisitos esenciales, desde controles generales del proceso como formulación y recetas, mano de obra capacitada, hasta el correcto funcionamiento del equipo y, principalmente, la garantía y control de calidad.
En la producción de alimentos, muchas actividades ocurren simultáneamente: máquinas operando a su máxima capacidad, empleados ágiles y precisos en sus tareas, y productos siendo producidos a gran escala. Toda esta eficiencia debe garantizar dos aspectos fundamentales: calidad percibida y seguridad del producto.
La calidad percibida está relacionada con los aspectos sensoriales del producto, como el color, aroma, sabor y textura. La seguridad alimentaria, por otro lado, está asociada al consumo de productos que no causen efectos adversos en la salud del consumidor, evitando contaminaciones biológicas, físicas o químicas. Estos requisitos solo se pueden cumplir con controles estrictos en el área de producción, que abarcan procedimientos, instrucciones de trabajo correctas y registros.
Muchas empresas creen que implementar controles estrictos para asegurar la calidad y seguridad de los productos puede resultar en una caída en la productividad, aumento de costos, inactividad laboral y retrasos en las entregas. Sin embargo, esta percepción es errónea. En realidad, implementar estos procedimientos y controles necesarios mejora la eficiencia de producción.
Para lograr el objetivo de garantizar la calidad y seguridad alimentaria sin sacrificar productividad, las empresas deben adoptar las siguientes acciones:
Monitoreo Continuo: Implemente sistemas de monitoreo continuo para evaluar la producción, con un equipo calificado monitoreando todos los procesos.
Mantenimiento Preventivo: Mantenga el equipo en buen estado y con mantenimiento actualizado, reduciendo el riesgo de fallas e interrupciones en la producción.
Reducción de Desperdicios: Adopte prácticas que minimicen el desperdicio en el proceso de producción, contribuyendo a la reducción de costos.
Capacitación de la Fuerza Laboral: Invierta en la capacitación continua de los empleados, asegurando que puedan seguir los procedimientos y el control de calidad.
Gestión de Calidad: Establezca un sistema de gestión de calidad robusto que permita el monitoreo y registro de todos los aspectos relacionados con la calidad y seguridad alimentaria.
Estas medidas no solo aseguran el cumplimiento de los requisitos de seguridad y calidad, sino que también resultan en una producción más eficiente, menores costos por la reducción de desperdicios y mayor lealtad de los clientes, quienes reconocen y confían en productos seguros y de calidad.
Asegurar la calidad y seguridad de los alimentos en la producción es esencial para cumplir con las expectativas del consumidor y cumplir con las regulaciones. Al implementar controles estrictos, un mantenimiento adecuado del equipo, capacitación de la fuerza laboral y prácticas de reducción de desperdicios, las empresas pueden mejorar su eficiencia y competitividad en el mercado. La percepción de que tales medidas perjudican la productividad no tiene fundamento, ya que es posible lograr la excelencia en la producción con productos seguros y de alta calidad.
Las certificaciones también son extremadamente importantes para garantizar la calidad de los alimentos.
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La implementación de HACCP/APPC (Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control), por ejemplo, realiza un análisis de vulnerabilidad en profundidad. Vea más sobre el tema aquí.
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