La Ley de mejora de la seguridad de los productos de consumo, o CPSIA (por sus siglas en inglés), es una ley histórica de seguridad de los consumidores en Estados Unidos que concede autoridad adicional a la Comisión de seguridad de los productos de consumo (CPSC, por sus siglas en inglés) para garantizar que los productos vendidos en el mercado estadounidense sean seguros para el uso al que están destinados.
Entre otras muchas normativas, la CPSC adoptó un amplio conjunto de requisitos y especificaciones en relación con la joyería infantil, conocido como ASTM F2923 “Especificación estándar para la seguridad de los productos de consumo de joyería infantil”.
Al establecer especificaciones para la joyería infantil, la normativa ASTM F2923 pretende garantizar que dicha joyería no será dañina para los niños que la usen. Como la normativa ASTM F2923 es un documento extenso, esta guía tratará un resumen de sus especificaciones. Podrá encontrar las especificaciones completas en el sitio web de la ASTM aquí, o ponerse en contacto con un experto para obtener información más detallada.
La normativa ASTM F2923 define la “joyería infantil” como un artículo de joyería destinado a ser llevado principalmente por un niño de 12 años o menor. Además, para distinguir la joyería de los juguetes u otros artículos, solo se considera como joyería lo siguiente:
Pulsera, broche, cadena, corona o diadema, mancuernas, accesorios para el pelo, aretes o aretes que no requieren perforación, collares, alfileres, anillos, joyas que se usan en perforaciones corporales, joyas que se colocan en la boca para exhibición u ornamento, pulseras para el tobillo.
Cualquier amuleto, adorno, cadena, eslabón, colgante u otro accesorio del calzado o de ropa diseñado para quitarse o ponerse, solo o unido a un artículo como joya.
Joyas que contengan un reloj. Esto no se aplica a un reloj de pulsera u otros relojes cuya función principal no sea decorativa.
Adornos u otros componentes de joyería en kits de manualidades de automontaje en los que el producto final de joyería montado esté principalmente diseñado y destinado a ser joyería infantil.
Si las joyas que desea importar a EE. UU. entran dentro de la definición de joyería infantil, deberán cumplir las especificaciones de la normativa ASTM F2923.
Las especificaciones de la normativa ASTM F2923 abordan dos tipos principales de peligros: toxicidad y mecánicos.
Las especificaciones de toxicidad de la normativa ASTM F2923 se centran principalmente en la presencia de metales nocivos. Las especificaciones son diferentes según el metal en cuestión, su ubicación en la joya y la forma en que se pretende llevar la joya. Los siguientes metales se incluyen en las especificaciones:
Plomo: El contenido de plomo no puede superar las 100 ppm (100 partes por millón) en el sustrato y no puede superar las 90 ppm en el revestimiento y la pintura.
Cadmio: El contenido de cadmio no puede superar las 75 ppm en ningún componente. Sin embargo, se aplican requisitos adicionales si el componente puede ser ingerido por un niño, en cuyo caso se aplican restricciones a la cantidad de cadmio que puede liberarse de la joya al organismo
Níquel: Cualquier joya destinada usarse en una perforación (por ejemplo, aretes), o que se lleve encima la piel durante un periodo prolongado, deberá superar las especificaciones de liberación máxima de metales.
Antimonio, arsénico, bario, cromo, mercurio, selenio: Toda pintura o recubrimiento de joyas infantiles debe someterse a pruebas para detectar la presencia de estos metales tóxicos solubles
Ftalatos: Los componentes plastificados accesibles de las joyas para niños no pueden contener más del 0.1 por ciento (1000 ppm) de los siguientes ftalatos: di-(2-etihexil) ftalatos (DEHP), dibutilftalato (DBP), bencilbutilftalato (BBP), diisononilftalatos (DINP), diisobutilftalato (DIBP), din-pentilftalatos (DPENP), din-hexilftalatos (DHEXP), diciclohexilftalato (DCHP).
Además de las especificaciones de toxicidad, la normativa ASTM F2923 también contiene especificaciones relativas a las características físicas de las joyas que pueden suponer un riesgo de lesiones para los niños.
Joyas que se llevan alrededor del cuello: Para evitar la estrangulación, cualquier joya destinada a llevarse alrededor del cuello, como los collares, debe romperse bajo tensión con una fuerza de 15 libras o más.
Joyas que contengan imanes: Los imanes representan un peligro para los niños, al inhalarlos o tragarlos, pueden pellizcar órganos internos, causando daños graves. Ninguna joya puede contener imanes sueltos en estado “tal como se recibió”. Además, ningún imán debe desprenderse de la joya tras las pruebas de uso y abuso.
Joyas que contengan pilas: Si las pilas utilizadas en la joyería se pueden llegar a ingerir, dichas pilas deben estar firmemente adjuntas a la joya de forma que sea imposible extraerlas sin una herramienta.
Bordes afilados o peligrosos: Las joyas destinadas a niños de 8 años o menos no deben tener bordes o puntas que puedan causar lesiones.
QIMA puede hacer pruebas de sus joyas y garantizar que cumplen las especificaciones ASTM F2923 en nuestra red mundial de laboratorios acreditados. Además, QIMA puede comprobar la conformidad de las joyas con las especificaciones de importación de Canadá y la UE, así como con cualquier prueba de laboratorio independiente que exija su mercado.
Póngase en contacto con QIMA hoy mismo para asegurarse de que su joyería sea apta para la exportación.
Related Articles