En julio de 2022, la Asamblea General de la ONU adoptó por unanimidad la histórica resolución que establece que el acceso a un entorno limpio, saludable y sostenible es un derecho humano básico. La Asamblea General dijo que el cambio climático y la degradación ambiental eran algunas de las amenazas más urgentes para el futuro de la humanidad y pidió a los estados que redoblaran esfuerzos para garantizar que su gente tenga acceso a un "entorno limpio, saludable y sostenible".
No es coincidencia que en los últimos años se haya producido un aumento de las demandas climáticas contra gobiernos y empresas, con un éxito creciente. En 2015, el tribunal de los Países Bajos dictaminó que el gobierno holandés falló en su deber de proteger a sus ciudadanos del cambio climático, ordenando al gobierno aumentar su objetivo de emisiones de carbono. Esto se repitió recientemente en Alemania.
La interconexión entre los asuntos sociales y ambientales no es, por supuesto, nueva. Entender cómo están vinculados los problemas y las soluciones es clave para el enfoque de pensamiento sistémico practicado por las personas que trabajan en y sobre la sostenibilidad. Aun así, tradicionalmente las dos disciplinas han estado trabajando en silos, con el medio ambiente basado en ciencia exacta y métricas técnicas cuantitativas, y los asuntos sociales más en principios no tan blanco y negro con métricas cualitativas y narraciones.
Esto puede necesitar cambiar, con un mayor nivel de integración de las dos disciplinas. La UE está trabajando en diferentes legislaciones de ESG donde ambos mundos se encontrarán, y por lo tanto necesitarán colaborar e integrar. La propuesta esperada de la UE sobre diligencia debida obligatoria definitivamente cubrirá tanto el medio ambiente como los derechos humanos. Las leyes de diligencia debida en Francia y Alemania ya lo hacen. La taxonomía de la UE hoy se centra en la sostenibilidad ambiental, pero se está trabajando para extender esta taxonomía verde para cubrir también los problemas sociales.
La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible expone los desafíos del mundo en desarrollo sostenible a través de 17 objetivos, que abarcan tanto temas ambientales como sociales. Hay herramientas disponibles para visualizar las interconexiones entre los diferentes objetivos, que, como era de esperar, son muchas y complejas.
Fuente de la imagen: Naciones Unidas https://www.un.org/development/desa/disabilities/about-us/sustainable-development-goals-sdgs-and-disability.html
Esta complejidad y la diferencia en cómo se miden y abordan los problemas ambientales y sociales harán que la integración a nivel de políticas, negocios y sociedad sea difícil. Sin embargo, será crucial.
Profesionales que necesitan que sus productos cumplan con las normativas de la cadena de suministro y los estándares de calidad específicos de los países donde se venden sus productos.
QIMA es más que una empresa de pruebas, inspección, certificación y cumplimiento; estamos en una misión para ofrecer a nuestros clientes soluciones inteligentes para hacer productos en los que los consumidores puedan confiar. Con un alcance global que abarca más de 100 países, servimos a las industrias de productos de consumo, alimentos y ciencias de la vida, apoyando a más de 30,000 marcas, minoristas, fabricantes y productores de alimentos. Combinamos experiencia sobre el terreno con soluciones digitales que brindan precisión y visibilidad para los datos de calidad, seguridad y cumplimiento.
La estructura de la empresa, la estrategia, el presupuesto y los procesos de toma de decisiones deberán apoyar esto. Asignar responsabilidades y tareas relacionadas con la sostenibilidad en todas las descripciones de trabajo relevantes facilita esta integración y mueve la sostenibilidad fuera de los equipos dedicados en todos los niveles de la empresa.
Un siguiente paso entra cuando se realiza una evaluación de materialidad. La doble materialidad asegura que las empresas evalúen no solo el impacto de los problemas sociales y ambientales en el negocio, sino también el impacto del negocio en la sociedad y el medio ambiente. Para evitar un enfoque en silos, se necesitarán grupos multifuncionales, compuestos tanto por empleados como por partes interesadas, que colaborativamente vean y evalúen los diversos problemas. Los vínculos e impactos posibles en asuntos materiales deben ser mapeados, evaluados y abordados. Se necesitará evitar solo los ojos de expertos.
Los programas de la empresa, las asociaciones y la participación en iniciativas colaborativas deben tener en cuenta por igual los vínculos entre los derechos humanos y los problemas ambientales y extender la colaboración más allá de su ámbito habitual. Las metodologías de riesgo e impacto deben ser complementadas con una evaluación de dependencia, y las metas actualizadas cuando sea necesario.
Traducir el contenido de marketing de QIMA.
Transparencia, divulgación e informes son herramientas clave para que las empresas muestren que entienden la complejidad y la abordan con la debida diligencia. Los informes integrados deben cubrir datos financieros y no financieros, problemas de derechos humanos y ambientales, riesgos, impactos y dependencias.
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