Desarrollo sostenible: Más que el cambio climático


En cada política de producción comercial (COP) hay más en juego y el llamado a la acción es más fuerte. El camino a alcanzar las metas del Acuerdo de París está sembrado de compromisos, informes y análisis que muestran el estado de la emergencia climática y que visualizan escenarios conforme a diferentes niveles de compromiso. La COP26 de 2021 en Glasgow generó un acuerdo que, tal como se esperaba, ha recibido tanto respuestas positivas como respuestas más críticas.

Un número creciente de diversas partes interesadas de la comunidad global se unió a los políticos, todos con la esperanza de escuchar compromisos firmes y ejecutables por parte de los líderes mundiales y cada uno intentando llamar la atención a sus grupos de enfoque.

Actualmente parece que el mundo se encamina a un aumento de la temperatura de 1.8°C para 2100. Si bien esto nos coloca (justo) por debajo de la meta de 2°C señalados en el Acuerdo de París, queda claro que tendrá un efecto desastroso en cada país y que la única meta en la que se debe trabajar es mantenernos en o por debajo de los 1.5°C. Una tarea masiva, pues sabemos que ya estamos en 1.2°C.

Durante unas cuantas semanas, todas las miradas se enfocaron en las negociaciones de COP. El cambio climático era tema central en casi toda la cobertura mediática. Pero ¿es el cambio climático el asunto clave para la próxima década?

¿La siguiente ola?

No se puede negar el efecto del cambio climático en la biodiversidad. El acelerado cambio climático afecta la habilidad de adaptación de los ecosistemas, y el incremento en la pérdida de biodiversidad que conlleva. El colapso de la biodiversidad, sin embargo, no está vinculado exclusivamente al cambio climático, sino a la actividad humana directa como la deforestación y el uso de la tierra. Los expertos nos advierten que la siguiente ola aún mayor que golpeará a la humanidad después del cambio climático es el colapso de la biodiversidad y, si bien la visión es clara, debería estar aún más claro que esta ola ya está sobre nosotros y que se debe atender con tanta urgencia como el cambio climático.

Derechos humanos

El cambio climático y el colapso de la biodiversidad tienen un enorme impacto en las personas. Sabemos que ciertos grupos resultan afectados de forma desproporcionada, incluso si fueron los que menos contribuyeron al problema.

En julio de 2022, el Consejo de derechos humanos de las Naciones Unidas adoptó una resolución que reconoce que un entorno limpio, saludable y sostenible es un derecho humano.

El cambio climático ya genera refugiados climáticos y empeora las condiciones de los grupos vulnerables, incluida la esclavitud inducida por el cambio climático. Resulta crucial aumentar la conciencia y la atención para atender los impactos del cambio climático y de un medio ambiente poco saludable en las personas, y especialmente en los grupos altamente vulnerables.

[inline-image contentfulAssetId=f7iound6qyKU5uujZEkDS align=right size=medium /]Pero también lo es recordar que los derechos humanos también están en riesgo sencillamente por lo que unas personas les hacen a otras. Si bien el cambio climático genera esclavitud, esencialmente es una persona quien toma la decisión de explotar a otra. La Organización Internacional del Trabajo (ILO, por sus siglas en inglés) informó sobre un incremento en el trabajo infantil durante la pandemia de COVID-19, revirtiendo los avances logrados en los últimos 20 años. El trabajo forzado se ha convertido en un tema urgente en la prohibición de importaciones en los Estados Unidos y recientemente en Canadá también, y las ONGs han tomado acciones contra marcas en Europa.

La legislación de diligencia debida va en aumento en todo el mundo. Parte se centra en asuntos específicos como la esclavitud moderna o el trabajo infantil, mientras que otra parte abarca la gama más amplia de ámbitos laborales, de derechos humanos y ambientales. A nivel de las Naciones Unidas, el Grupo de trabajo intergubernamental del Consejo de derechos humanos entregó un tercer borrador de un Tratado vinculante de la ONU sobre empresas y derechos humanos dirigido a la regulación de las actividades de corporaciones trasnacionales y otras empresas de negocios.

Década de acción

Así es que, efectivamente, la sostenibilidad es más que el cambio climático, más que la pérdida de biodiversidad. Y al mismo tiempo, es exactamente esto. El pensamiento sistémico, la comprensión de cómo todo está interconectado, es complejo y a la vez vital cuando se considera el desarrollo sostenible. Es necesario enfocarse en el cambio climático o la biodiversidad, o la esclavitud moderna para abordarlo con enfoque y determinación. No obstante, no podemos darnos el lujo de perder de vista todos los demás desafíos de desarrollo a los que el mundo se enfrenta.

Las Metas de desarrollo sostenible de la ONU proporcionan este marco y articulan las emergencias de desarrollo sostenible del mundo, fomentan la acción y supervisan los avances. Ofrecen un lenguaje global para su uso a través de fronteras y límites de cualquier tipo.

Las Metas de desarrollo sostenible (SDG, por sus siglas en inglés) nos recuerdan el trabajo que queda por hacer, nuestro camino hacia y más allá del 2030, desde la meta 1 hasta la 17. No solo durante la Semana de las metas globales y las cumbres de SDG, sino cada día del año.


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