La "E" en derechos humanos


En octubre de 2021, el Consejo de derechos humanos de las Naciones Unidas adoptó la decisión histórica de reconocer que un entorno limpio, saludable y sostenible es un derecho humano. El Consejo afirmó que el cambio climático, la contaminación y la pérdida de la naturaleza son los mayores desafíos a los derechos humanos de nuestra era.

Integración de dos vías

No es coincidencia que en los últimos años se haya visto un aumento en las demandas climáticas contra gobiernos y empresas con un éxito cada vez mayor. En 2015, la corte en los Países Bajos dictaminó que el gobierno holandés fracasó en su deber de proteger a sus ciudadanos del cambio climático y ordenó que el gobierno incrementara su meta de emisiones de carbono. Lo mismo sucedió recientemente en Alemania.

La interrelación entre las cuestiones sociales y ambientales no es nueva. Comprender el vínculo entre los problemas y las soluciones es clave para el enfoque de pensamiento sistémico que practican quienes trabajan en y sobre la sostenibilidad. Aún así, tradicionalmente las dos disciplinas han trabajado por separado; el medio ambiente se basa en las ciencias exactas y métricas cuantitativas técnicas, mientras que los asuntos sociales se basan más en principios no tan blancos y negros, con métricas cualitativas y storytelling.

Esto debe cambiar a través de un mayor nivel de integración de las dos disciplinas. La Unión Europea trabaja en diferentes legislaciones donde ambos mundos coincidirán y, por tanto, será necesario que colaboren y se integren. La esperada propuesta de la Unión Europea sobre diligencia debida obligatoria definitivamente abarcará tanto el medio ambiente como los derechos humanos. Las leyes de diligencia debida en Francia y Alemania ya lo hacen. La taxonomía de la Unión Europea se centra en la sostenibilidad ambiental, pero se está trabajando para ampliar esta taxonomía verde de manera que abarque también cuestiones sociales.

La Agenda de desarrollo sostenible 2030 establece los desafíos del mundo en materia de desarrollo sostenible a través de 17 objetivos, que abarcan tanto cuestiones ambientales como sociales. Existen herramientas disponibles para visualizar las interconexiones entre las distintas metas, cuya variedad y complejidad no son sorprendentes.

Fuente: Naciones Unidas https://www.un.org/development/desa/disabilities/about-us/sustainable-development-goals-sdgs-and-disability.html

Esta complejidad y la diferencia en la forma de medir y abordar los asuntos ambientales y sociales dificultarán la integración a nivel político, empresarial y social. Sin embargo será crucial.

Qué significa esto para las empresas

Hasta ahora, muchas empresas han trabajado en la integración de la sostenibilidad en los modelos y operaciones de los negocios, asegurando que un equipo de sostenibilidad no trabaje de manera aislada del resto de la organización. Esto nunca antes había sido tan importante. La estructura, estrategia, presupuesto y procesos de toma de decisiones de las empresas tendrán que apoyar este proceso de integración. Asignar la responsabilidad y tareas relacionadas con la sostenibilidad en todas las descripciones de puestos relevantes facilita dicha integración y traslada la sostenibilidad fuera de los equipos dedicados a ello a todos los niveles de la empresa.

El siguiente paso llega cuando se realiza una evaluación de la materialidad. La doble materialidad asegura que las empresas no solo evalúen el impacto de problemas sociales y ambientales en la empresa, sino también el impacto de la empresa en la sociedad y el medio ambiente. Para evitar un enfoque aislado, grupos interfuncionales conformados por empleados y grupos de interés tendrán que analizar y evaluar los diferentes asuntos de manera colaborativa. Los vínculos y posibles impactos en asuntos materiales se deben correlacionar, evaluar y atender. Se deberá evitar la exclusiva visión de los expertos.

Los programas, asociaciones y participación de la empresa en iniciativas de colaboración deben tomar en cuenta por igual los vínculos entre los derechos humanos y las cuestiones ambientales y ampliar la colaboración más allá de su área de competencia habitual. Las metodologías de riesgo e impacto se deben complementar con una evaluación de dependencia y las metas se deben actualizar, cuando así se requiera.

La transparencia, la divulgación y la presentación de informes son herramientas clave para que las empresas demuestren su comprensión de la complejidad y la atiendan, con la diligencia debida. Los informes integrados deben abarcar datos financieros y no financieros, de derechos humanos y asuntos ambientales, riesgos, impacto y dependencias.

A partir de ahora, el Día mundial del medio ambiente también será el Día de los derechos humanos, y vice versa.


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